Cuando tenemos un perro o un gato en casa es muy probable que se sienta atraído por lo que comemos nosotros y queramos darle algo, o que nos caiga algo al suelo y vaya inmediatamente a comérselo, o incluso algunas personas todavía tienen la mentalidad de alimentar a sus mascotas con restos de la comida que preparan para ellos mismos.
Pero ¡cuidado! A parte de que perros y gatos tienen necesidades nutricionales distintas, tanto entre ellos como a las nuestras, y darles una alimentación que no las satisfaga tiene repercusiones importantes en su salud, existen además ciertos alimentos que son tóxicos para nuestros peludos.
En este artículo desvelaremos los diez alimentos que no debes dar a tu perro o a tu gato en ningún caso.
Ni los gatos ni los perros deben tomar azúcar ni edulcorantes porque su cuerpo no está preparado para asimilarlo y puede provocarles diabetes y, en consecuencia, otras enfermedades asociadas.
El organismo de nuestras mascotas tampoco está preparado para el consumo de alimentos con sal añadida, y esto va desde comida cocinada para los humanos hasta fiambres y salazones. Su sistema renal se podría ver seriamente comprometido, especialmente en gatos, que ya son propensos a sufrir problemas del aparato urinario.
Tanto por el azúcar como por el cacao, el chocolate tiene que evitarse por completo, puesto que contiene teobromina, una sustancia que no pueden metabolizar, lo que provoca que se acumule en su organismo y les provoque efectos tóxicos que pueden desencadenar incluso hasta en la muerte.
Sorprendentemente, las uvas y las pasas, incluso en pequeñas cantidades, pueden provocar vómitos y diarrea y afectar de forma muy grave al sistema renal de tu perro o tu gato, que puede ser mortal en muchos casos.
Estos alimentos contienen tiosulfato, un compuesto que no puede ser digerido por perros ni gatos porque no producen la enzima que contribuye a ello. De esta manera, se puede acumular en el organismo provocando efectos tóxicos. Como señalamos anteriormente, aunque quizás no le vayamos a dar de forma consciente ajos, cebollas o puerros, al ser alimentos básicos en muchas recetas, se debe tener cuidado si alguna vez pensamos en darle algunas sobras.
Los perros y los gatos, en el momento en el que dejan de alimentarse de leche materna, también dejan de producir lactasa, la enzima necesaria para digerir la lactosa. De este modo podemos decir que nuestras mascotas son intolerantes a los productos lácteos y consumirlos puede provocarles dolor de estómago, vómitos y diarrea.
Aunque la sustancia tóxica del aguacate, la persina, solamente se halla en el hueso, piel y hojas, es recomendable evitar este alimento por si quedaran restos en la carne del aguacate porque puede producir problemas gastrointestinales, daño pulmonar y cardíaco en nuestros animales.
El café y el té son bebidas estimulantes que contienen cafeína, un compuesto que a nosotros nos resulta beneficioso en muchas ocasiones, pero que puede comprometer la salud de nuestros perros y gatos: desde vómitos hasta arritmias e incluso llegar al coma.
Aunque parece obvio, no hay que darle bebidas alcohólicas a nuestras mascotas bajo ningún concepto, es tóxico para el organismo y puede provocar problemas respiratorios y hepáticos, y afectar seriamente a su salud global.
A diferencia de los huesos crudos y grandes, los huesos pequeños y los cocinados tienden a astillarse con facilidad cuando nuestro perro o gato trata de masticarlos, lo que al tragarlos puede provocarles una perforación de algún órgano del sistema digestivo o atragantamientos. Ambas cosas pueden ser mortales, y lo mismo ocurre con las espinas de pescado.
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