Primero de todo es importante que entiendas que tu gato necesita rascar sus uñas. A diferencia de los perros, los felinos afilan sus uñas para jugar, trepar, defenderse... es una forma de marcaje territorial felino y, en caso de no poder rascarlas, podrían acabar clavándose en sus almohadillas.
En caso de que sea su primer rascador es muy importante que le mostremos dónde queremos que se afile las uñas. Podemos poner golosinas o juguetes y llamar la atención o para que se suba a la plataforma. Suele ser usado por iniciativa propia pero cuando el gato no acaba de adaptarse al rascador seguramente es porque no sabe cómo usarlo o no está acostumbrado a él.
Es por eso por lo que te vamos a dejar a continuación unos consejos para enseñar a tu gato a usar el rascador:
Lo más normal es que con estos tips básicos, tu gato comience a usarlo de manera natural. El hecho de limarse las uñas es agradable y ventajoso. Si consideras que has tenido paciencia y sigue sin funcionar, ¡Cambia de rascador, puede que el que hayas escogido no le guste!
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