Cuando estamos al cargo de seres de diferentes especies debemos ser conscientes de que sus necesidades no son las mismas que las nuestras, ni las de un perro son las mismas que las de un gato o cualquier otra mascota que tengamos.
Por ello, creemos que es fundamental conocer un poco más en profundidad cómo son nuestros queridos amigos de cuatro patas para que tengan una buena calidad de vida.
¿Sabías que los gatos son estrictamente carnívoros? ¿Cómo influye esto en el proceso digestivo? ¿Cuáles son las alteraciones digestivas más habituales y cómo solucionarlas?
Todo ello vamos a tratarlo en este artículo, así que te recomendamos que te quedes.
Al igual que los humanos, el proceso digestivo del gato empieza en la masticación y termina con la evacuación de los restos no digeribles a través de las heces. La diferencia entre nuestro aparato digestivo y el de los gatos se halla fundamentalmente en la longitud del intestino. Esto es así porque son animales carnívoros y este alimento es más fácilmente digerible que los vegetales, por lo que su intestino está adaptado a esta dieta, resultando ser bastante más corto que el de los humanos u otros animales.
Sin embargo, la digestión no es un proceso sencillo y, aunque pueda parecer obvio, si el gato no ingiere un alimento adecuado, puede tener dificultades más o menos graves: desde carencias nutricionales hasta heces anormales, vómitos, etc.
Las regurgitaciones o vómitos ocasionales no suelen ser un motivo de alarma, puesto que en ocasiones se trata de bolas de pelo o alguna molestia ocasional. Sin embargo, cuando son frecuentes, no se les pasa u observamos que el gato deja de comer, es recomendable acudir al veterinario cuanto antes para diagnosticar o descartar cualquier enfermedad y tratarlo lo antes posible.
El estreñimiento en gatos suele ser algo bastante habitual pero no por ello normal. Suele ocurrir al no beber la suficiente agua ya que, en su estado natural, son animales que se hidratan a través de la humedad de las presas que cazan. Sin embargo, los gatos domésticos alimentados a base de pienso seco no se hidratan lo suficiente y son más propensos a padecer estos problemas.
En este caso, es buena idea combinar el pienso seco con comida húmeda y proporcionarle diferentes fuentes de agua que le animen a beber. Aun así, si tienes dudas acerca de la alimentación de tu gato, consulta con tu veterinario de confianza para descartar intolerancias alimentarias.
Normalmente la diarrea ocurre porque padece una infección vírica o ha ingerido un alimento en mal estado. Si se trata de algo puntual, no suele ser motivo de preocupación, pero si la diarrea persiste debes llevarlo inmediatamente al veterinario para que le de el tratamiento más adecuado, así como los cambios de alimentación que requiera. Es muy importante no esperar demasiado para que no sufra deshidratación.
Las flatulencias en el gato suelen indicar una mala calidad en la alimentación del animal, con proteínas de baja calidad, o que sufre alguna hipersensibilidad o alergia alimentaria, para lo cual sería recomendable probar una alimentación monoproteica para averiguar cuál es la que le provoca los gases.
La alimentación es la base de la salud de cualquier animal. En el caso de los gatos, tendremos que atender a sus necesidades específicas: se trata de animales carnívoros, que habitualmente suelen beber poca agua.
Sabiendo esto, puedes seguir estos consejos para prevenir problemas digestivos en los gatos:
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