Si tienes una mascota, lo más natural es que te preocupes por ella y atiendas sus necesidades básicas de alimentación, higiene, cuidados veterinarios y educación. Pero ¿sabías que el juego está también entre estas necesidades de tu perro o tu gato?
Tanto perros como gatos son animales sociales (sí, los gatos también, aunque no dependan de otros para su subsistencia) y en un contexto en el que estuvieran con otros individuos de su especie se relacionarían entre sí de diversas maneras, y una de ellas es el juego.
Sin embargo, los tenemos en las casas y aunque les encante pasar tiempo cerca de nosotros, necesitan más estímulos físicos y mentales para estar sanos. Y estos estímulos pueden crearse fácilmente cuando jugamos con ellos.
En consecuencia, jugar con tu mascota va a repercutir positivamente en su bienestar y tú, como su dueño o tutor, también disfrutarás de sus beneficios. Entre ellos están:
Muchas personas que tienen perros se quejan porque su peludo rompe muebles, destroza plantas o muerde cualquier objeto que no debe. Sin embargo, estas conductas la mayoría de las veces se producen porque el perro está aburrido y no dedican tiempo para jugar con él, dándole estímulos que le hagan canalizar su energía de forma positiva.
Los gatos, aunque pasen casi todo el día durmiendo, también necesitan satisfacer sus instintos cazadores y si no jugamos con ellos, podemos encontrarnos con gatos que tienen comportamientos agresivos o con muebles arañados u objetos rotos.
Si el perro o el gato tienen un entorno estimulante y tienen estas necesidades de juego cubiertas, ya te asegura que tendrán una buena salud mental y se evitarán la mayoría de las conductas indeseadas.
Pero, además, al jugar con tu perro o tu gato, les ayudarás a estar más activos físicamente, a realizar ejercicio, tan importante para que se mantengan en un peso adecuado y prevenir problemas de salud graves relacionados con este hecho.
Al compartir tiempo y diversión con tu mascota prosperará tu relación con ella porque os conoceréis mejor y se incrementará el vínculo afectivo entre ambos, lo que lleva a una disminución de los problemas de comportamiento y ansiedad que pueda tener el animal al convivir entre humanos.
En primer lugar, para jugar con tu mascota y disfrutar de sus beneficios debes estar con ella al cien por cien. ¿Qué significa esto? Básicamente que mientras estés jugando con tu perro o tu gato, no estés haciendo otras cosas: mirar el móvil, hablar con otras personas, ver la tele, etc. Simplemente mantén tu atención en lo que estás haciendo. Esto, además, te reportará a ti también bienestar personal, ya que te permitirá desconectar del estrés de tu vida diaria.
Por otra parte, Asegúrate de dedicarle a tu peludo al menos 15 minutos diarios. Un tiempo que para nosotros es insignificante y para ellos puede marcar la diferencia.
En cuanto al tipo de juego, puede ser muy variado. Si tienes un perro puedes jugar con él entre otras cosas:
Con estos juegos, además, puedes enseñarle obediencia, recompensándole cada vez que lo haga bien: cuando te devuelva la pelota o el juguete, cuando no huya de ti al ordenárselo, cuando suelte la cuerda al pedírselo, etc.
Si tienes un gato, los juegos son menos variados, pero igualmente divertidos:
Cada sesión de juego debe terminar de forma relajada y dándole un premio como recompensa por su “caza”.
Esperamos que con este artículo te hayamos animado a jugar con tu mascota de forma habitual, pues esta práctica aporta beneficios tanto a tu peludo como a ti.
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