Cuando tenemos un perro podemos tener la sensación de que hace más bien poco que era un cachorrito adorable, sin embargo, el tiempo pasa muy rápido y cuando nos queremos dar cuenta, tenemos un perro anciano que necesita atenciones y cuidados específicos.
En este artículo te contaremos los síntomas más visibles de que un perro se encuentra ya en la ancianidad y qué podemos hacer para darle la máxima calidad de vida en sus últimos años.
¿Cuántos años viven los perros?
Pues depende. No existe una respuesta válida para todos los perros, puesto que influyen factores como la raza, el tamaño, factores genéticos y los cuidados que han tenido a lo largo de su vida. De esta manera, no podemos aplicar la regla según la cual 1 año humano equivale a 7 años caninos, ya que es muy variable.
En general, los perros pequeños viven más tiempo que las razas grandes de modo que, por ejemplo, un Pomerania de 6 años se encontrará en su plena adultez mientras que un Gran danés de la misma edad cronológica se encontrará en la ancianidad.
¿Cuáles son los signos que muestran los perros ancianos?
Aunque, al igual que en los humanos, la vejez aparece de forma progresiva y a veces no de maneras evidentes, algunos de los signos que podemos observar son los siguientes:
- Aparición de zonas del pelaje canosas, especialmente en la cabeza, y cambio del tacto, más áspero.
- Muestras de dolor al tacto en determinadas zonas del cuerpo que suelen ir relacionadas con problemas de movilidad, y que tienen que ver con signos de artrosis u osteoporosis.
- Disminución de la capacidad visual, olfativa y/o auditiva. Las cataratas suelen percibirse como una capa opaca en el cristalino.
- Menor retención de la orina: tienen necesidad de orinar más veces porque la vejiga se debilita.
- Disminución del apetito y pérdida de peso (puede no darse en todos los perros).
- Debilitamiento del sistema inmunitario, lo que conlleva que contraigan más infecciones.
¿Qué podemos hacer para cuidar a nuestros perros ancianos de la mejor manera posible?
- Cuida su alimentación: los requerimientos nutricionales de los perros ancianos no son los mismos que los de los perros jóvenes, así que busca una que tenga proteínas de calidad, sea rica en antioxidantes y ácidos grasos esenciales y contenga condroprotectores.
- Evita el sobrepeso: a parte de cuidar su alimentación, paséalo de forma regular para que no acumule grasa y mantenga el músculo, lo que le ayudará a mantenerse sano, protegiendo los huesos y cuidando las articulaciones.
- Procúrale un lugar de descanso cómodo y adecuado teniendo en cuenta sus posibles problemas de movilidad y de articulaciones.
- No dejes de estimular su mente con juguetes interactivos o juegos olfativos para que mantenga sus facultades el máximo tiempo posible.
- Muestra empatía con su condición y no le exijas lo mismo que cuando era joven, pero tampoco lo tengas como un mueble: préstale atención y cariño, juega con él y respeta su descanso.
- Visita al veterinario de forma regular para detectar y tratar de forma precoz problemas y enfermedades relacionadas con la edad.